domingo, 27 de diciembre de 2015

Solo en casa


Hola a todos de nuevo,

A ver, no sé qué contaros... ¡ah, sí! ¡Ya sé el qué! Os voy a contar lo que he hecho hoy.
Pero vamos a la noche anterior: era ayer por la noche y no me podía dormir y mi ama me llevó a la habitación de mi amita y me puse super contento porque era lo que quería, así que me callé.

A la mañana siguiente, me desperté, mi amita no estaba despierta, así que me levanté de mi cuna,  tenía mucha hambre, me fuí al pasillo y, por no molestar a mi amita, empecé a rasgar la puerta de mis amos y a ladrarles (que no me importaba despertarlos). Se despertaron y me dieron de desayunar, hice mis necesidades y fuí a despertar a mi amita (que seguía dormida) dandole besitos. Se despertó y nos fuimos al salón. Poco después se fueron a no sé qué del caballo, encendieron la tele para que me tragara que seguían en casa -el caso es que no me lo creí- y yo, como perro bueno que soy, me quedé dormidito en una esquina. No, hombre, ¡no te lo crees ni tú! El caso es que me pegue unas carreras... 

Cuando volvieron comieron y se fueron de nuevo. Yo, que soy un gambarrete, empecé a morder todos los muebles... Pero, cuando llegaron, se enfadaron muchísimo y, bueno,  aquí estoy ahora escribiendo este blog.

Os tengo que decir adiós (creo que ya me van a levantar el castigo)



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